Práctica No. 1



Práctica No. 1

Cata de Café




Objetivo:

La cata de café es el intento de evaluar y describir a través de los sentidos, en especial del olfato o gusto, las características en un café. Evaluamos su calidad, encontramos sus defectos y virtudes y lo valoramos. Lo describimos a través de unos términos previamente aceptados y usados por catadores, todo esto a través de un análisis sensorial.



Fundamento:

Son muchos los factores que condicionan la elaboración de un buen café, pero es evidente que partiendo de una buena materia prima –el café tostado y molido- se tienen todas las de ganar. Y catar el café es sin duda la mejor forma de valorar su calidad.







Técnica:



Asegura que el factor principal que se debe potenciar para ser un buen catador es “el sentido del gusto que a su vez se relaciona con el olfato”.

-Como primer paso los catadores deben examinar y oler los granos de café, los granos lisos tienden a ser de menor calidad, mientras que los granos arrugados poseen mayor calidad y generalmente son clasificados como café gourmet.

-Luego se muelen los granos en un molino y se realiza el proceso de preparación de la taza de café, esta se debe realizar con agua purificada, debido a que el agua potable posee minerales que interfieren en el sabor final de la bebida, asegura Clemente.

-Luego el café se deja reposar y con una cuchara se le retira la espuma, ésta en realidad es materia oleaginosa de café que no pudo disolverse en el agua. Se retira porque el material puede interferir con la prueba.

 -Posteriormente con una cuchara se toman muestras de café y con un potente sorbo se ingiere la bebida para pasarla por el paladar de la boca. Este proceso se hace repetidas veces y puede detectar características como su dulzura, acidez, cuerpo, sabores cítricos, caramelizados y achocolatados. La muestra saboreada en el paladar se expulsa a un recipiente metálico. Finalmente el café es aprobado o desaprobado por el catador, según las características que el cliente pidió desde el inicio.



Observaciones:

Lo que pude observar al hacer esta práctica fue, que todos pensábamos que el café sin endulzar tiene un sabor amargo, cuando no es así. No hay que ser un experto para poder hacer una cata de café, con tener un buen sentido del olfato y gusto bien desarrollados es más que suficiente.

Es muy importante poder apreciar todos los aspectos del café, su fragancia, su aroma, acidez, cuerpo, sabor, retrogusto y cualidades, para poder llevar a cabo una buena cata. Lo primero que hicimos fue apreciar la apariencia del café en polvo, detectamos su aroma y textura, luego de esto agregamos a una taza, una cucharada y media de café, posteriormente le agregamos agua caliente y lo mezclamos, Sandra, que fue nuestra catadora, apreció el aroma del café, después de esto bebió un poco, tal y como se indicaba en la técnica, y lo escupió, esto se hacía para que las papilas gustativas pudieran apreciar más el sabor, y así tener resultados más claros y poder anotarnos en nuestra carta. Cada catador puede tener una opinión diferente, no importa que sea el mismo café.



Esquemas:





















Descripción del grano:

Llegamos a la conclusión que el café “Leal” que utilizamos para hacer la cata era un café de buena calidad, debido a que cumplía con todas las cualidades, buen olor, buen sabor y un buen aspecto, entre otras. Este café ya venía molido, es por eso que era muy soluble y no dejaba grumos. Si tendríamos que calificarlo, podríamos decir que tendría un 10 en calidad.








Conclusión:
Tomar o comprar regularmente un buen café, o en todo caso el café que nos gusta y al que estamos habituados, no es una tarea fácil.  La existencia de tantas variedades y calidades - y además cambiantes de cosecha a cosecha, obligan siempre a una  verificación previa. La mejor manera de  examinar las características de un café, es catarlo, es decir, probar su infusión. La cata evidencia un sin fin de características del café, imposibles de detectar analizando los granos de café, sean verdes o tostados. No se necesita ser un experto para poder catar un café. Antes de esta práctica nosotros no nos hubiéramos imaginado que la elaboración de un buen café, tiene que llevar un tipo de análisis, en este caso sensorial, para detectar si es de buena calidad o no, o si le va a agradar a la persona que lo consuma, es por eso que se requiere hacer una cata, para ver si se pueden apreciar todas sus características.







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